A veces, durante un momento, el tiempo se detiene. El tiempo justo para tomar aire. Suele ocurrir en los momentos importantes, ya me había pasado antes. Mirando los ojos a mi padre el día de mi boda, cogida de la mano de mi marido en el justo momento en el que nacían mis hijos.... pero esta vez se volvió a detener y no era igual.
El médico me preguntó - con las mamografías en la mano – sólo o azucarado? E intuí que el café iba más allá de todo eso, esta vez iba a ser amargo. No me sentí triste, ni un instante, me sentí fuerte. Por ellos, se lo merecían.
Y el tiempo siguió tras coger aire, hacia adelante.
Ya hace cinco años de todo eso, y a fecha de hoy me siento afortunada. Muchas cosas cambiaron a partir de ese día exacto en el que el tiempo se detuvo, y las cosas importantes ocupaban su lugar, el de verdad. Mi familia, mis amigos, lo que me gusta y lo que no, ocuparon el lugar que les corresponde. Y otro tipo de hábitos y costumbres vinieron para quedarse, no sólo conmigo sino con los de mi alrededor.
Las horas de sueño, la alimentación, librarse de los tóxicos y de los pesticidas....es tán importante! Y lo aprendí de golpe. Llegó el momento que cumplido el tiempo de medicación, necesité un extra de ayuda. Lo pasé mal. La parte buena de la medicina había hecho su función, pero necesité “ resetear “ el organismo, y fué el momento de prestar atención a la alimentación. Me puse en manos de una buena profesional, y aprendí que la alimentación y los buenos hábitos te ayudan a estar mejor. Y mejoré muchísimo. Al principio parece un poco complicado pero cada vez encontramos más productos que nos ayudan a llevar una vida más saludable.
Pero no todo está en los alimentos, los cosméticos que utilizamos diariamente, pueden llevar tóxicos que pasan a nuestro organismo directamente. Y en esta búsqueda, llegó Paradisi in Sole.
Simplemente nos encontramos. Y es la mejor prueba de que lo mejor, siempre se encuentra en la naturaleza. El aroma te cautiva, la textura...todo, y lo mejor es que realmente funciona. Tengo que reconocer que tiene la facilidad de transportarte con sólo unas gotas.
Y ahora el tiempo sigue, y sigue mejor más consciente. Dicen que el verde, es el color de la esperanza, y yo la tengo. Tengo la esperanza de que cada vez somos más los que poco a poco tenemos la experiencia de que la naturaleza nos lo da todo, sin aditivos. Por eso tengo mi casa llena del verde de mis plantas, de las risas de mis hijos, de productos del campo, de mis amigos y de todo lo que me hace feliz. Y por las noches, con solo unas gotas, tengo el Paraíso.
Gracias por dejarme compartir esta experiencia, formar parte de mi día a día, cuidar mi piel por dentro y por fuera, y sobretodo por ser como sois.
Inma.